domingo, 30 de septiembre de 2007


La juventud

Lamentablemente, la juventud es vista, por la mayoría de las personas adultas, como una etapa de descontrol e introspección; es decir, que se la confedera con la irresponsabilidad, el desinterés, la falta de limitaciones y la concentración en exhibir lo exterior.
Sin embargo, no todos los jóvenes tienen estas características, sino que sus actitudes van a depender de su formación; es decir, de la familia, dado que es el primer lugar donde cada persona (desde que nace) aprende a convivir con los demás, y por ella va asimilando cuáles son sus derechos, cuáles sus obligaciones y cómo manifestar sus opiniones. También la educación que reciba la persona va influir en su forma de actuar, en razón de que, en las escuelas, asumen roles de adultos (adquieren responsabilidades), logran perfeccionarse a través de los conocimientos y valores; además la convivencia e interacción con otros adolescentes, constituyen fuentes importantes de aprendizaje para la convivencia y desempeño como ciudadano adulto.